Azulejos: Cálculos, colocación y solución de problemas
En la colocación de azulejos, si empleas las herramientas adecuadas, haces los cálculos y sigues la técnica correcta, el resultado es siempre un éxito.
Si bien cualquier persona con habilidad manual puede instalar un revestimiento, lo mejor es contratar mano de obra profesional. La razón fundamental de ello es que en este caso, lo barato sale caro, pues los errores, una vez finalizado el trabajo no son posibles de solucionar, y deben preverse.
De todas formas, si crees que puedes lograr buenos resultados por tu cuenta, te ayudamos con algunos consejos, pues es esencial que calcules la cantidad de material que necesitas y que aprendas a colocar azulejos para baño de forma profesional.
Cómo calcular la colocación de azulejos
Antes de comenzar con las tareas, dispón todas las herramientas bien a la mano, para realizar la instalación sin inconvenientes ni interrupciones en el proceso.
Materiales:
- Azulejos
- Mortero (para pegar)
- Mortero de sellado (por lo general más fino y que se emplea para rellenar las juntas entre las baldosas)
- Llaves, calzos, cuñas, alicates (para mantener niveladas las separaciones entre baldosas)
Herramientas:
- Máquina de corte de azulejos
- Paleta
- Espátula dentada
- Mazo de goma
- Metro
- Lápiz
- Nivel de burbuja
- Regla de albañil
- Cuerdas
- Racleta de goma articulada
Preparación y acondicionamiento
Antes de la colocación de azulejos, siempre debes comprobar que el soporte, ya sea el suelo o un muro, se encuentre en buenas condiciones de sostener la carga de los morteros.
La superficie debe ser sólida, debe estar limpia y tener una textura suave al tacto. Los morteros no se fijarán correctamente si la superficie del soporte está polvorienta o manchada.
Por ello, debes raspar, fregar y aspirar la superficie y, de ser necesario, lavarla con alguna solución alcalina o producto especial de cemento.
Si la superficie es muy porosa, es aconsejable utilizar cepillos para el raspado y aplicar una fina capa de mortero para nivelar, antes de la colocación.
La precaución más importante que debes tomar es prestar atención a que el nivel del soporte no se pase de altura, y que, luego de colocadas las baldosas surjan problemas con el cierre de las puertas.
Disposición de los azulejos
Una de las primeras preguntas con las que se enfrenta quien renueva sus pisos o paredes con azulejos es cómo disponerlos y cómo planear su distribución para un resalte armonioso del diseño.
Si la disposición de los azulejos tiene un objetivo estético, su posición final deberá estar en relación directa con las dimensiones y formas concretas de la habitación. Esto quiere decir que antes de comenzar, debes determinar con precisión (y sentido común), la distribución de los cortes de los azulejos.
Mediciones iniciales
Por lo general, se utilizan dos ejes de colocación, los que permitirán que todos los azulejos queden perfectamente alineados.
Para ello, se dibujan dos ejes perpendiculares, y la instalación se inicia en la intersección de estos dos ejes.
La técnica más común es dibujar una línea en el eje de la puerta y colocar las primeras dos baldosas a ambos lados de ella, para que al entrar a la habitación se vean losas enteras.
Luego, se dibuja un segundo eje de colocación, perpendicular al primero y a varios azulejos de distancia de la puerta.
Para definir con precisión la posición correcta de este segundo eje, deben colocarse las baldosas en blanco (sin mortero), sin olvidar el espacio que ocuparán las llaves en las juntas.
El centro de la habitación se podrá determinar dibujando sus diagonales. La intersección de ellas son las que determinan el centro exacto, y en algunos casos hay que marcarlo para comenzar la colocación desde allí.
Otra técnica muy sencilla, y muy utilizada para la colocación recta de azulejos, es el empleo de la línea que marca la unión de suelo y pared.
Cómo colocar azulejos
Antes de comenzar con la colocación, separa por grupos los diferentes motivos decorativos de los azulejos, para no tener errores en el diseño final.
Para pegar, extiende el mortero con la paleta en el borde la línea, cubriendo 3 o 4 baldosas. Usa una espátula dentada para rayar la capa de mortero y dejarla en su espesor correcto.
Generalmente, se emplean espátulas dentadas de 6 milímetros para azulejos de 25 centímetros de lado (o menores) y de dientes de 10 milímetros para baldosas más grandes.
En tamaños que superan los 40 centímetros de lado, se recomienda pegar dos veces: en el suelo y también en el azulejo, para una mejor adherencia.
El empleo del mazo de goma conseguirá el ajuste preciso de la pieza con el mortero. También debes emplear las llaves en los 4 ángulos de los azulejos. Para ello, debes colocar las llaves, colocar la segunda baldosa y continuar hasta completar la primera fila. A partir de allí, el trabajo será mucho más simple y avanzarás mucho más rápido.
Cortar azulejos
En el final de la fila, seguramente tengas que cortar azulejos para que se ajusten a la línea que marca la pared y el suelo, o a un ángulo saliente.
El procedimiento correcto es colocar una baldosa en blanco (sin mortero) en la posición correcta frente al obstáculo y marcar el ancho. Luego, deslizarla hacia un costado y después hacia la pared (salvando el obstáculo) y marcar el corte en el otro lado de la baldosa. Se trazan líneas en las marcas y queda determinada el área de corte.
Sellado de juntas
Después de transcurridas 24 horas de la colocación de los azulejos, debes proceder al sellado de las juntas.
Esta vez, se prepara el mortero bien cremoso y se extiende en 3 o 4 metros cuadrados de superficie con la racleta de goma. Lo recomendable es que pases la racleta en diagonal sobre las juntas y quites, con paños secos, el residuo blanquecino del mortero (el velo de mortero), antes de que transcurran 20 minutos.
48 horas más tarde, un suelo de azulejos colocado mediante estos procedimientos queda en condiciones y listo para transitar sobre él. Si has calculado previamente la disposición y seguido este procedimiento recomendado, evitarás problemas y el resultado será óptimo.